Los clásicos en el viejo Estadio Nacional siempre tuvieron una historia aparte y un sabor diferente para sus protagonistas, en especial en la década de los 90' cuando algunas actitudes 'tribuneras' por parte de los mismos protagonistas se robaban constantemente el show. Uno de los más recordados sobre el particular, fue el último clásico de 1995, cuando Roberto Martínez se robó los flashes y no solo por su golazo.
Era el fin de año del 95' y con Sporting Cristal como campeón nacional, había que definir al segundo participante en la Copa Libertadores, en este caso igualaron en la tabla del Octogonal Alianza Lima y Universitario por lo que de acuerdo a las bases era necesario un partido extra para definir el cupo.
Dicho partido extra entre 'cremas' y 'blanquiazules' se jugaría entonces el 27 de diciembre frente a un repleto Estadio Nacional que se colmo de Norte a Sur. Con las tribunas 'calientes' y ni qué decir del vehemente desarrollo del compromiso, el clásico era un tira y afloja, mucho más disputado que jugado, por lo que solo un balón parado o una sutileza parecía definirlo.
Es así que recién sobre el minuto 83' un centro desde el sector izquierdo dejó un balón dividido que fue interceptado por Roberto Martínez. El creativo 'merengue' no lo pensó dos veces para mandar un derechazo imposible de atajar para Francisco Pizarro y decretar el 1-0.
Dicho tanto sería el único del partido y por supuesto fue gritado con mucha pasión por la hinchada crema presente en el coloso del José Díaz y y un Martínez que estalló en júbilo en un conmovedor abrazo con el equipo.
Pero el show de Roberto Martínez no acabaría ahí, puesto que con el triunfo 'estudiantil' prácticamente ya en el bolsillo lo que siguió fue un desfile de toques para tener el balón y esperar a la desesperación del equipo aliancista. En esa transición de balones horizontales Martínez se salió del cuadro y como si estuviera en la 'pichanga' de su barrio hizo una ademán de sentarse encima del balón a la espera de la marca rival.
Esta 'palomillada' del volante por supuesto enervó los ánimos hinchas de Alianza en la tribuna y a sus jugadores que ya se encontraban bastante presionados por buscar el resultado. Tal es así que cuando Martínez sombreó el balón luego de su 'criollada', la marca blanquiazul derribó a Luis Guadalupe con una fuerte entrada por detrás que por poco y arma una trifulca.
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Si bien Alianza Lima había ganado 3 de los 5 clásicos que se jugaron ese año, Universitario ganó el último y definitivo para la clasificación a un torneo internacional por lo que en la retina del hincha 'merengue' común, fue un cierre de año de clásicos pintado de crema.