Resumen 2019: Top 6 de los momentos más impactantes nivel nacionales [Parte 2]

A menos de una semana de jugarse la primera final entre Binacional y Alianza Lima, una noticia enlutó al país: el sensible fallecimiento de Juan Pablo Vergara. El automóvil del futbolista de 34 años se volcó durante el trayecto de Puno a Juliaca y él se llevó la peor parte, a diferencia de sus acompañantes, los colombianos Donald Millán, Jefferson Collazos y el representante John Jairo Lozano.

Lo que en un momento parecía un asunto de poca gravedad, incluso las fotos difundidas de los afectados lo corroboraban, acabó en tragedia. La situación de Vergara se complicó con el correr de las horas y el pedido de donantes de sangre por parte de Binacional ya hacía presagiar lo peor. Minutos después se confirmó el deceso de un futbolista que tuvo que remar bastante en su carrera deportiva y que dejó este mundo a nada de disputar su primera final como jugador, el sueño de su vida.

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Horas después del deceso del futbolista, la Clínica Americana de Juliaca explicó que el futbolista sufrió "una lesión en el hígado" producto del accidente automovilístico, lo que terminó derivando en "una hemorragia masiva severa en el hemitórax izquierdo". Lo cierto que el fallecimiento de Juan Pablo Vergara no fue un caso aislado, fue una clara muestra de la precariedad que viven algunas regiones del país.

Y es que la situación de Vergara podría haber sido diferente en caso le hubiesen practicado una resonancia magnética. El arquero de Binacional, Michael Sotillo, fue bien enfático respecto a la situación que se vive en Juliaca. "Ha tenido que pasar esta desgracia para darnos cuenta que tienen abandonada a esta región", expuso.

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Roberto Mosquera, por entonces técnico del club puneño, no fue menos con los reclamos a los que gobiernan nuestro país. "No tiene que morir alguien para que sirva de reflexión a nuestra autoridades, tienen que haber un cambio en el Perú, tenemos que regresar a la integridad, a la honradez, al compromiso con lugares de Juliaca que parece un lugar olvidado por las autoridades", afirmó en el entierro de su exjugador.

Un informe periodístico de Panamericana corroboró los reclamos de Sotillo y Mosquera. José Francisco Irigoyen Arbieto, director del Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Juliaca, confirmó que no hay un resonador magnético en toda la región Puno, por lo que, los médicos apenas cuentan con un tomógrafo. En ese sentido, los ciudadanos deben trasladarse a otras regiones del país para someterse a una resonancia magnética. Para el 2020 aseguran que llegará un equipo a la región, ya muy tarde para 'Pioxi' e insuficiente para una población que supera el millón. Es el momento que las autoridades se pongan los pantalones y no solo a favor de la región Puno.

La Copa Bicentenario y Atlético Grau

Atlético Grau y Copa Bicentenario. Copa Bicentenario y Atlético Grau. Lea como se lea, el orden de los factores no altera la relevancia de ambos en este 2019 que se va. En el año de su Centenario, la dirigencia del 'Patrimonio' aspiraba a cumplir el sueño a sus hinchas de ver a su club nuevamente a Primera División luego de 29 años y, aunque la travesía fue larga, lo terminó cumpliendo con un premio muy especial para la ciudad de Piura.

Para ello, la inversión y el acierto en los fichajes fue enorme: se contrató al DT Wilmar Valencia y a prácticamente la base del equipo: Ronal Huaccha, Juan Camilo Hernández, José Marina, Juan Neira, Martí Ríos, Jair Yglesias, Jonathan Acasiete, Ichiro Plasencia y Roberto Céspedes. El arranque fue irregular, pero fue el rendimiento en la Copa Bicentenario el que hizo crecer al grupo.

La creación de la Liga Profesional de Fútbol derivó que la FPF busca la forma de fortalecer la Liga 2 y una de las ideas fue la creación de la Copa Bicentenario, un torneo con formato de copa nacional y con un premio apetecible para sus participantes: un cupo a la Copa Sudamericana 2020. Su antecedente más último había sido el Torneo Intermedio 2011, en plena Copa América y que muchos de los clubes de Primera se tomaron a la ligera (José Gálvez fue el campeón de aquella única edición).

El sorteo no fue nada benevolente con Atlético Grau, emparejado con el campeón nacional Sporting Cristal, César Vallejo y su rival regional Alianza Atlético. Pese a ello, logró acabar como segundo de grupo gracias a su resultado a favor ante César Vallejo (2-0) aunque acabaran igualados en puntaje. La clasificación envalentonó a los pupilos de Wilmar Valencia y el resto fue toda suya: sacó de carrera a UTC y Sporting Cristal por la vía de los penales y aplastó con un global de 7-2 a Coopsol para instalarse en la gran final. En el Miguel Grau del Callao, Sport Huancayo fue superior, pero el 'Patrimonio' hizo honor a su nombre para hacer otra heroica: llevar la final a su terreno favorito e imponerse por 4-3 en la vía de los penales.

El Centenario ya era un año glorioso, pero hacía falta la cereza del pastel: la vuelta a Primera División. Con el título y el ascenso directo en manos de Cienciano, el Grau tenía que recorrer el camino más largo, desde la primera ronda de los playoffs. En dicha instancia eliminó a Comerciantes Unidos con un global de 5-3. Más complicado lo pasó ante Juan Aurich, al que ganó por 4-1 en la ida y que se quedó a un gol de emparejar la serie en la vuelta.

En el Cuadrangular Final por el Ascenso, Atlético Grau empezó ganando 2-0 a su víctima predilecta de la temporada, Coopsol (4 triunfos en 5 partidos), pero no pudo con Chavelines y se quedó con las ganas de ser el primero de los dos ascendidos a Primera. La polémica llegaría en el último partido cuando el 'Patrimonio' y Llacuabamba hicieron un pacto de no daño para ganar ambos los boletos a Primera División. Coopsol fue el gran perjudicado y ya reclamó, pero todo parecer ser que acabará en nada. Ni uno ni otro quiso tirar toda la temporada en un partido y así el norte del país tendrá seis representantes en la Liga 1 2020.

Sporting Cristal y la 'maldición' del año impar

Sporting Cristal, el club más ganador de la década que se acaba con cuatro títulos, cumplió -de la peor forma- aquella máxima que termina echando por tierra todo lo bueno que hace el año pasado. Tras lograr el título nacional 2018 con el chileno Mario Salas como estratega y Emanuel Herrera y Gabriel Costa como figuras indiscutibles, el club rimense empezó el año con Carlos Benavides como presidente y asegurando éste que "el mejor refuerzo es no reforzarse" en referencia a la posible salida de Gabriel Costa. Finalmente el nacionalizado peruano se fue traspasado al Colo Colo y aunque su venta incluyó la llegada de Christofer Gonzáles -uno de los mejores del año-, Sporting Cristal perdió a un jugador que le dio 26 goles y 19 asistencias en el 2018, además del mejor socio de Emanuel Herrera.

Si aquello no fuera poco, Alexis Mendoza llegó como reemplazante de Salas y ni siquiera llegó a debutar oficialmente. Al ver que el equipo no funcionaba, Benavides hizo todo lo posible para interrumpir el contrato del colombiano y así lo hizo, pero a razón de casi seis meses de sueldo. Las cuestionables decisiones de Benavides no acabaron en Mendoza, el siguiente y que colmó la paciencia de la compañía cervecera AB Inbev, dueña de Backus, fue el contrato de tres años que se le hizo a Cristian Ortíz, un volante argentino que ya había tenido un paso sin pena ni gloria por el club. Se unieron los cabos sueltos y vieron que la relación del 'Chino' con Ronald Baroni, representante de Ortíz y Herrera, estaba siendo perjudicial para el club y se cortó la relación en marzo.

El silencioso Cristian Emmerich llegó a la presidencia y en septiembre llegó Innova Sports. Pocos días antes, Manuel Barreto asumió la dirección técnica del club tras la salida de Claudio Vivas -el parche al despido de Alexis Mendoza- y aunque impuso su idea de juego, poco pudo hacer para revertir lo que mal ya había empezado. Eliminado de la Copa Libertadores en fase de grupos, de la Sudamericana en octavos de final, de la Copa Bicentenario en cuartos, ya la única salvación era el título o al menos el pase directo a la fase de grupos de la Libertadores 2020. Ni uno ni otro. Sporting Cristal jugará la Copa desde la segunda fase previa y sin ninguna certeza que volverá el éxito en el año par como en la década pasada (2012, 2014, 2016 y 2018).

A pocas horas de la Navidad, Sporting Cristal no tiene ningún fichaje anunciado y a los que tenía supuestamente amarrados parece que se le van a escapar. Para colmo, Backus piensa reducir drásticamente su aporte económico (de 3 a 0,5 millones de dólares) y desde Innova Sports parece que la comunicación con el hincha es lo de menos. El aficionado vive en estado de incertidumbre y varios de sus bastiones de los últimos años (el ídolo Carlos Lobatón y Jair Céspedes) ya se les fueron y no en los mejores términos. El caos se apodera del Rímac y no bendición del año par que lo salve.